El los último años ha aumentado considerablemente el interés por los productos ecológicos y sostenibles. Hoy en día es muy normal escuchar palabras como orgánico, de comercio justo, KM 0, ecológico o sostenible en todo tipo de anuncios, en artículos de prensa en marquesinas de autobuses. Esto es porque nos preocupa lo que comemos, de donde viene la ropa que nos ponemos, de que forma se ha fabricado, a dónde va parar nuestro dinero, nuestra salud, etc.
Por eso todas las empresas están preocupándose en cuidar su responsabilidad social corporativa, hacen esfuerzos por asociarse a valores relacionados con la sostenibilidad, unas demostrando un compromiso real y otras pues…digamos que utilizando «lo natural, lo artesano y lo sostenible» como reclamo para vender más. Ya que por ejemplo la palabra natural NO está regulada, lo que quiere decir, que se puede utilizar para productos procesados, que evidentemente no lo son.
Lácteos «0%» cargados de azúcar, caldos «de marisco» sin apenas marisco, alubias «asturianas» que vienen de Argentina… Algunas marcas juegan al despiste con los productos envasados y se aprovechan de nuestra falta de atención a la hora de hacer la compra ¿Cómo podemos evitar caer en la trampa? Este genial video del Comidista te abrirá los ojos para que prestes más atención cuando vayas al súper:
Debemos ser conscientes y leer las etiquetas. No quiere decir que no podamos comprar productos en un supermercado, pero debemos estar atentos a qué compramos, porque sino creeremos que nos dan gato por liebre y de ahí la desconfianza de muchas personas hacia los productos ecológicos.
¿Qué puedes hacer para consumir productos sanos, sostenibles y ecológicos?
1. Aléjate de lo envasado.
Una de las primeras cosas que puede asegurarte que un producto es natural, es que lo compres en un mercado local o a granel, además evitando productos envasados estarás reduciendo los residuos que generas y el planeta te lo agradecerá. Normalmente los productos que compras a granel son más naturales, no están procesados, ni tienen añadidos. Bien es verdad que no nos aseguran que sean de origen ecológicos o de comercio justo, pero no estarán procesados, ni tendrán conservantes, aditivos y otras sustancias artificiales.
2. Vuelve a los orígenes.
Parece que ahora tenemos que tomar actimel para el regenerar la flora intestinal, tal producto para el hierro, y esta leche para el calcio. Infórmate porque hay muchos alimentos naturales que pueden aportarte calcio, hierro, fósforo, minerales, sin tener que recurrir a alimentos procesados con aditivos. Por ejemplo el sésamo tiene mucho calcio, y numerosas vitaminas. En este enlace puedes ver las propiedades de los alimentos.
3. Lee las etiquetas y compra en locales especializados
Herbolarios, mercados ecológicos, tiendas a granel son una apuesta segura para acceder a un producto más natural con certificaciones europeas de agricultura ecológica, comercio justo o KM 0. Y recuerda, ¡cuando vayas a comprar, lleva gafas para leer las etiquetas e ingredientes de los alimentos!
4. Haz tus propios productos
Sí sabemos que no tienes tiempo, pero a veces vale la pena sacrificar algo de tiempo libre para hacerte tu propia granola, tus zumos o tus barritas energéticas, hay recetas que no llevan más de 15 minutos y te harán ganar en salud y ahorrar mucho dinero.
Hasta aquí el post de hoy, cuéntanos en comentarios ¿te ha pillado desprevenida la picaresca de ciertas marcas en el súper? ¿Alguna vez has comprado un producto creyendo que era natural y luego no lo era?
¡Nos encantará leer tus experiencias en comentarios!
Feliz miércoles!