Dicen que septiembre es como enero pero mejor, tienes esa ilusión del nuevo curso, de empezar nuevos proyectos, estás relajada después de las vacaciones y con la ventaja que te puedes mover porque no has estado un mes de comilonas, como en enero. Te sientes con energía para emprender cualquier proyecto, quieres aprender cosas nuevas, tienes millones de ideas y quieres que cada día cuente, sacarle el máximo partido a cada minuto.
Así volvemos nosotras de las vacaciones, con mucha energía, con nuevos proyectos en el horno y con miles de ideas en la cabeza. Empezamos nueva temporada en el blog con muchas entrevistas, iniciativas muy interesantes, nuevas colaboraciones y secciones DIY geniales y mucho mucho más!
Después de las vacaciones, queríamos compartir contigo este fantástico artículo de Risto Mejide, que resume nuestra actitud para esta nueva temporada y para la siguiente y la siguiente…
A la vida hay que exigirle mucho. A la vida hay que exigirle bien. Porque no te preocupes que ella ya se ocupará de exigirte a ti cuando menos te lo esperes y por la razón más insospechada.
Por eso, yo exijo. Exijo sentir cosas todos los días. Buenas, malas y regulares. Miedo, asco, rabia, ira, sorpresa, alegría y tristeza. Porque un día sin emociones es un día perdido.Y porque ahí donde la emoción manda, es siempre donde ocurren las cosas.
Yo exijo. Exijo no pasar ni un sólo día sin estar enamorado. Exijo mariposas todos los días. Y exijo también a alguien a mi lado que las quiera mantener más allá de lo razonable, más allá de lo racional.
Yo exijo. Exijo viajar hasta que el cuerpo aguante. Cada rincón del planeta esconde algo o alguien que tiene algo que enseñarme, cada kilómetro recorrido es otra lección de la que aprender. Un destino es una oportunidad para reencontrarse. Un hogar es donde vacías tus maletas. Y un origen es donde dejas que crezcan los recuerdos. Por eso, por mucho que te alejes, ellos se crecen más.
Yo no exijo un trabajo, exijo dejar de tener las sensación de trabajar. Porque es entonces cuando te estás dedicando a lo que realmente te gusta. Porque es entonces cuando realmente puedes llegar a ser bueno, o como mínimo, a poderlo disfrutar. Cuando el ocio deja de ser la negación del negocio. Cuando los lunes dejan de ser un suplicio, para convertirse en el único día de la semana al que quieres llegar.
Y ya puestos a exigir, yo exijo luz de luna. Como Chavela. Pero no sólo para mis noches tristes. Para las alegres, también. Y exijo que el sol vuelva a salir por donde quiera.
Yo le exijo todo esto a la vida.Y lo más importante, como sé que no está en sus planes proporcionármelo, no pienso quedarme de brazos cruzados esperando.
Lo pienso ir a buscar.
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Podéis seguir participando en #miveranoslow , la iniciativa fotográfica que lanzamos en colaboración con @Rubirroja a través de Instagram hasta el 15 de septiembre. Ya hay más de 2000 fotos publicadas de vuestros veranos y momentos slow, a cuál mejor. ¡No podemos estar más felices! ¡Gracias a todos por participar!
Feliz jueves!